Visita a las Comunidades de Alta Montaña

Del 30 de octubre al 2 de noviembre se realizó la misión de Alta Montaña en las localidades de Anfama, San José de Chaquivil, Chaquivil y La Hoyada. en esta oportunidad el equipo estuvo integrado por Marcelo Morales, el Padre Marcelo Maciel y Rossana Aguilar.

Tener la posibilidad de participar de esta misión siempre es un regalo en el que Dios nos permite trascender todo aquello que nos agobia, nos ocupa y preocupa para entrar en un plano de la contemplación y profunda admiración por lo simple, lo cotidiano y lo fraterno.
A medida que avanzamos en el camino se impone el silencio; la inmensidad del paisaje nos devuelve nuestra pequeñez; los extremos del clima (calor, nieve y sol) nos hacen tomar conciencia de que no somos dueños del tiempo ni del espacio y que siempre vamos a encontrar un plato caliente al calor de un fuego, una sombra tranquila y un pan recién horneado de la mano de un otro que se hace hermano y de charlas serenas y profundas con tus compañeros de viaje. Eso es para mi cada subida al cerro, más que una misión, es una experiencia de continua conversión.

En cada comunidad que visitamos tuvimos la gracia de que el clima nos acompaño para poder visitar algunas familias y acercarles los sacramentos de la Unción y Comunión.
En Anfama, durante la celebración de la misa, se compartió la buena noticia de que Lucy y Delicia asumirán el compromiso de ser las nuevas catequistas de la comunidad, se hizo la bendición y se les entregó los materiales para que puedan preparar los encuentros. También en Chaquivil se le pidió ese servicio a Virginia, quien aceptó gustosa esa misión. Nuestro compromiso es poder acompañarlas en el sostenimiento y animación de esta importante tarea!.
En San José de Chaquivil, bajo una tenue pero fría nevada, el calor del Espíritu nos acompañó en la celebración de los sacramentos de Bautismo y Confirmación, compartimos luego un reconfortante almuerzo calentito.
Seguimos nuestro viaje a Chaquivil, donde reconfortados con el descanso de la noche, pudimos visitar algunas familias y celebrar la misa junto a toda la comunidad.
Emprendiendo ya nuestro regreso, un despejado cielo azul nos permitió celebrar la Eucaristía y realizar la bendición en el cementerio, seguimos nuestro viaje hasta La Hoyada donde también hicimos memoria de nuestros difuntos en la misa que nos animó al ultimo tramo del viaje hasta llegar a nuestras casas y comunidades.

Mi agradecimiento a Marcelo Morales y Marcelo Maciel por compartir esta misión y agradezco también al equipo de Alta montaña por regalarme esta oportunidad cada año.
Rossana Aguilar